lunes, 7 de marzo de 2011

Fire Soul F.A.R.

  Morgan Quake. Así firmaba el autor de estas páginas, pero su nombre real era Omar Plaza; acostúmbrense a este autor, del que habrá varias entradas en este blog.
El sensei Plaza fue, en su momento (finales de los noventa y primera mitad de la década pasada) una figura ineludible del ámbito comiquero local, ya que públicaba en casi todos los fanzines existentes y daba clases de dibujo en los lugares más diversos. Incluso participó de un fallido intento de fundar una rama sanjuanina de la A.H.I. (Asociación de Historietistas Independientes, sello originario de Rosario).

  Prácticamente autodidacta, Morgan aprendió lo que sabía a base de libros de Loomis, Eisner y McCloud; y también de observar a Jim Lee, Silvestri, Katsura y otros. Para él una buena historieta era una historieta entretenida. Ante todo una historieta debía ser divertida, bien movida, llena de acción y tener dibujos atractivos y entendibles. Se cagaba en cualquier tipo de pose intelectual y experimentalismo pretencioso.
  Le gustaba, eso sí, el laburo y el detalle (algo no tan notorio de estas páginas, hechas más bien a las apuradas). Le gustaba cuando se notaban la sangre, sudor y lágrimas invertidas en un dibujo. Por ejemplo: valoraba mucho a Kurumada –autor de Saint Seiya- porque, pese a su tosca figura humana y dudosas perspectivas, dicho autor se labura la vida en sombreados y texturas. El esfuerzo era primordial para Morgan.

  Habrán notado que hablo en tiempo pasado. No es porque Omar haya fallecido (o capaz que sí, no tengo noticias de él desde hace más de un año), si no porque ya hace años abandonó el lápiz. Una pena.
Sólo queda rescatar del olvido historias como esta, realizada en el 2002 o 2003, no recuerdo bien.

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